lunes, 6 de octubre de 2014

¿Qué es un quiste ovárico? versión publicada Según FamilyDoctor

¿Qué es un quiste ovárico?


Entre otros síntomas se incluyen sentirse lleno después de comer poco y estreñimiento.
Si usted está menopáusica y no está teniendo periodos, no se le deben formar quistes funcionales, pero es posible que se le formen otros tipos de quistes ováricos.
El propósito de esta publicación es de ayudarle a tomar conciencia de nuestros hábitos de vida, así como  facilitar la ubicación de los artículos publicados en los diferentes medios Escritos, Televisión y Radio.
Síntomas¿Cuáles son los síntomas del quiste ovárico?Diagnóstico y pruebas¿Cómo sabrá mi médico que tengo un quiste ovárico?¿Qué es una ecografía?¿Hay alguna otra prueba que podría realizarme?Tratamiento¿Cómo se tratan los quistes funcionales?¿Necesito cirugía para un quiste ovárico?¿Qué tipo de cirugía necesitaría?Síndrome de ovario poliquístico El propósito de esta publicación es de ayudarle a tomar conciencia de nuestros hábitos de vida, así como  facilitar la ubicación de los artículos publicados en los diferentes medios Escritos, Televisión y Radio.Clic Aquí
Síndrome de ovario poliquístico ¿Qué es el síndrome de ovarios poliquísticos?Síntomas¿Cuáles son los síntomas de PCOS?

  • Acné
  • Sobrepeso y obesidad
  • Crecimiento excesivo de vello en el rostro, área de los pezones, pecho, abdomen bajo y muslos
  • Cabello débil o puntos sin cabello
  • Manchas oscuras en la piel
  • Ansiedad o depresión
  • Dolor pélvico
Causas y factores de riesgo¿Cuáles son las causas del PCOS?¿Cuáles son los factores de riesgo para el PCOS?Diagnóstico y pruebas¿Cómo puede saber mi médico que tengo PCOS?Tratamiento¿Cómo se trata el PCOS?Complicaciones¿Causa el PCOS problemas a largo plazo?

Cáncer
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CáncerDescripción general
¿Qué es el cáncer?Causas y factores de riesgo¿Quién tiene riesgo de tener cáncer?¿Cómo sé si estoy en riesgo de tener cáncer?
  • Consumir o haber consumido productos derivados del tabaco, como fumar cigarrillos o tabaco para mascar.
  • Beber bebidas alcohólicas
  • Haber seguido una dieta alta en grasas durante mucho tiempo de su vida.
  • Estar expuesto a sustancias químicas que pueden provocar cáncer.
  • Tener riesgo de tener cáncer de piel.
¿Cómo afectan el hábito de fumar y otros tipos de consumo de tabaco al riesgo de tener cáncer?¿Cómo afectan los antecedentes familiares al riesgo de tener cáncer?¿Qué sucede con los factores en mi lugar de trabajo o entorno?Diagnóstico y pruebas¿Qué pruebas de detección deben hacerse las mujeres?¿Qué pruebas de detección deben hacerse los hombres?Tratamiento¿Por qué es importante detectar el cáncer en forma temprana?¿Cuáles son los diferentes tipos de tratamiento para el cáncer?Cirugía
  • Cirugía con láser. Se usan rayos de luz y, a veces, calor provenientes de un láser para apuntar a las células cancerosas y destruirlas.
  • Cirugía laparoscópica. Se realizan incisiones muy pequeñas en el cuerpo y el médico usa una cámara diminuta para observar el interior del cuerpo. La cámara envía señales a una pantalla de video para que su médico pueda ver el tumor y sus órganos. El médico usa un instrumental quirúrgico para extirpar el tumor.
  • Cirugía de Mohs. Las capas de las células cancerosas se eliminan de a una por vez. Se examina cada capa antes de que el médico elimine la siguiente capa. De esta manera, solo se eliminan las capas enfermas y el tejido saludable permanece intacto.
  • Criocirugía. Se congelan y se destruyen las células cancerosas usando un material muy frío, como nitrógeno líquido.
RadioterapiaQuimioterapiaOtros tratamientos¿Cómo decido qué opción de tratamiento recibir?¿Qué son los ensayos clínicos?A veces no entiendo lo que me está diciendo el médico. ¿Qué debo hacer?¿Qué se hace en mi programa de tratamiento y quién lo hace?¿Qué puedo hacer con respecto a los efectos secundarios?¿Se me caerá el cabello?¿Qué sucede si no tengo ganas de comer?¿Podré trabajar?¿Cómo me sentiré a nivel emocional durante el tratamiento?Complicaciones¿Debo informar a mi médico que de niño recibí tratamiento para el cáncer?Prevención¿Qué puedo hacer para reducir mi riesgo de tener cáncer?¿Por qué es importante mi peso?¿Por qué es importante hacer actividad física?


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Un quiste ovárico es un saco lleno de líquido que se encuentra en el ovario o sobre este. Existen varios tipos de quistes ováricos. Muchos quistes ováricos son quistes no cancerosos que se producen como resultado de la ovulación (liberación de un óvulo desde el ovario). Estos se llaman quistes funcionales.

Por lo general, los quistes funcionales no provocan ningún síntoma (es posible que ni siquiera sepa que los tiene), pero otras veces pueden provocar dolor abdominal, abotagamiento, irregularidades menstruales, náuseas y vómitos. Entre otros síntomas se incluyen sentirse lleno después de comer poco y estreñimiento.
Si usted está menopáusica y no está teniendo periodos, no se le deben formar quistes funcionales, pero es posible que se le formen otros tipos de quistes ováricos. Debe llamar a su médico si experimenta alguno de los síntomas de un quiste ovárico.

Muchas veces, su médico sentirá un quiste durante su examen físico. Si usted tiene un quiste, es probable que su médico le recomiende hacerse una ecografía para poder observar el quiste. Lo que decida hacer su médico después de esto depende de su edad, de la forma en que se ve el quiste en la ecografía y de la presencia o ausencia de síntomas.

Una ecografía usa ondas sonoras para generar imágenes de los órganos del cuerpo. Es un buen método para que su médico le observe los ovarios. Este tipo de ecografía puede realizarse a través del abdomen o de la vagina. Ningún tipo es doloroso. La ecografía, por lo general, dura alrededor de 30 minutos. Dará a su médico información valiosa sobre el tamaño y el aspecto del quiste.

Su médico podría medir el nivel de una proteína que se llama CA-125, en la sangre. A veces, este análisis de sangre se realiza en mujeres que tienen un quiste ovárico para ver si el quiste podría ser canceroso. Un nivel normal de CA-125 es menos de 35. Sin embargo, este análisis no es siempre un método preciso para determinar si una mujer tiene cáncer de ovario. Por ejemplo, algunas mujeres que tienen cáncer de ovario tienen un nivel normal de CA-125. Además, este nivel a veces puede ser alto en mujeres que no tienen cáncer, en particular si están en edad reproductiva. Por estos motivos, el análisis de sangre de CA-125, por lo general, solo se recomienda para las mujeres que tienen un riesgo alto de tener cáncer de ovario.

Los quistes funcionales normalmente se reducen de tamaño por sí solos con el tiempo, por lo general, en alrededor de 1 a 3 meses. Si usted tiene un quiste funcional, es posible que su médico desee controlarla de nuevo en 1 a 3 meses para asegurarse de que el quiste se haya achicado. Si desarrolla quistes funcionales con frecuencia, su médico podría recomendarle tomar píldoras anticonceptivas para que no ovule. Si no ovula, no se le formarán quistes funcionales.

El tratamiento para los quistes ováricos depende de varios factores, como la edad, la presencia de periodos, el tamaño del quiste, su aspecto y los síntomas.
Si está teniendo periodos, solo síntomas leves y el quiste es funcional, es probable que no necesite realizarse cirugía. Si el quiste no desaparece después de varios periodos menstruales, si se agranda o si su aspecto en la ecografía no es el de un quiste funcional, su médico podría recomendarle realizarse una operación para extirparlo. Existen muchos tipos diferentes de quistes ováricos en mujeres en edad reproductiva que no requieren cirugía. Afortunadamente, los quistes en mujeres que se encuentran en esta edad son casi siempre benignos (no cancerosos).
Si usted ha pasado la menopausia y tiene un quiste ovárico, es probable que su médico le recomiende realizarse una cirugía. El cáncer de ovario es poco frecuente, pero las mujeres de 50 a 70 años tienen mayor riesgo. Las mujeres que reciben el diagnóstico en una primera etapa evolucionan mucho mejor que las mujeres que reciben el diagnóstico más tarde.

Si el quiste es pequeño (alrededor del tamaño de una ciruela o más pequeño) y si tiene aspecto de ser benigno en la ecografía, su médico puede decidir realizar una laparoscopia. Este tipo de cirugía se realiza con un instrumento con luz que se llama laparoscopio, que es como un telescopio delgado. Este se coloca en el abdomen a través de una pequeña incisión (corte) justo arriba del ombligo o debajo de este. Con el laparoscopio, su médico puede ver los órganos. Con frecuencia, el quiste puede extirparse a través de pequeñas incisiones en la línea de vello púbico.
Si el quiste se ve demasiado grande para extirparse con el laparoscopio o si se ve sospechoso de alguna manera, es probable que su médico le realice una laparotomía. En la laparotomía, se realiza una incisión más grande para extraer el quiste o posiblemente todo el ovario afectado y la trompa de Falopio afectada. Mientras está bajo los efectos de anestesia general (que la pone en un estado similar al del sueño), el quiste puede examinarse para determinar si es cáncer. Si es cáncer, es posible que su médico necesite extirpar ambos ovarios, el útero, un pliegue de tejido graso, que se llama epiplón, y algunos ganglios linfáticos. Es muy importante que hable con su médico sobre todo esto antes de la cirugía. Su médico también hablará con usted sobre los riesgos de cada tipo de cirugía, sobre cuánto tiempo es probable que tenga que estar en el hospital y sobre cuánto tiempo pasará hasta que pueda volver a realizar sus actividades normales.

Los quistes son como pequeños globos llenos de líquido.
PCOS puede ocasionar cambios en los ciclos menstruales de una mujer, fertilidad, niveles hormonales, vasos cardíacos y sanguíneos y apariencia.

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El síndrome de ovarios poliquísticos (PCOS) es una condición que ocurre cuando un desequilibrio de los niveles hormonales en el cuerpo de una mujer ocasiona quistes (en inglés se dice: "sists") en los ovarios. Los quistes son como pequeños globos llenos de líquido.
PCOS puede ocasionar cambios en los ciclos menstruales de una mujer, fertilidad, niveles hormonales, vasos cardíacos y sanguíneos y apariencia.
Las mujeres pueden desarrollar PCOS durante su adolescencia o embarazo.

Usualmente, las mujeres que tienen PCOS tienen períodos menstruales irregulares, infrecuentes o no los tienen. También pueden tener problemas para embarazarse. Algunas mujeres que tienen PCOS no experimentan síntomas.
Otras señales y síntomas de PCOS pueden incluir:
Las mujeres que tienen PCOS también tienen más probabilidades de tener diabetes tipo 2, hipertensión arterial y colesterol y triglicéridos altos. Junto con la obesidad, estas condiciones se conocen como "síndrome metabólico".

Los médicos no saben con exactitud qué es lo que causa el PCOS. Si tiene PCOS, tiene un desequilibrio hormonal. Sus ovarios generan grandes cantidades de un tipo de hormona (llamada andrógenos). También puede tener demasiada insulina, lo cual regula sus niveles de azúcar en sangre. Estos problemas hormonales ocasionan los síntomas del PCOS.

Tiene más probabilidades de tener PCOS si su madre o hermana también tiene.

Su médico le preguntará sobre sus síntomas y observará si tiene las señales de PCOS. Le realizará un examen físico completo, que posiblemente incluirá un examen pélvico. También pueden ayudar los exámenes de sangre que miden sus niveles hormonales. Un examen de ultrasonido puede mostrar si tiene quistes en sus ovarios.

El tratamiento para el PCOS se enfoca en controlar los síntomas. Es posible que necesite perder peso. Comer saludable y hacer suficiente ejercicio puede ayudarle a controlar el PCOS. El medicamento puede ayudarle a regular su ciclo menstrual y reducir el crecimiento de vello abdominal y el acné. Las píldoras anticonceptivas (para mujeres que no están tratando de embarazarse) y la metformina son dos medicamentos con receta médica que frecuentemente son útiles. Si tiene diabetes o hipertensión arterial, estas condiciones también necesitan tratamiento. Si desea tener un bebé, existen medicamentos que pueden ayudarle a quedar embarazada.

Si tiene PCOS, tiene más probabilidades de desarrollar hipertensión arterial, colesterol alto o diabetes tipo 2. Esto significa que tiene un mayor riesgo de apoplejías y ataques cardíacos.
Los problemas con los períodos menstruales también pueden ocasionar que las mujeres que tienen PCOS sean infértiles (no puedan quedar embarazadas). También pueden tener un mayor riesgo de cáncer del útero o seno.
Las mujeres que tienen PCOS también tienen más probabilidades de tener ansiedad o depresión. Si se siente ansiosa o deprimida, hable con su médico. Existe tratamiento disponible.

En los Estados Unidos, es probable que el cáncer afecte a 1 de cada 2 hombres y a 1 de cada 3 mujeres al menos una vez en la vida. El grado de riesgo que usted tiene depende de una serie de factores.

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El cuerpo está compuesto de muchos tipos de células. Normalmente, las células crecen, se dividen y, después, mueren. A veces, las células mutan (cambian) y comienzan a crecer y dividirse con mayor rapidez que las células normales. En lugar de morir, estas células anormales se aglutinan para formar tumores. Si estos tumores son cancerosos (que también se llaman tumores malignos), pueden invadir y destruir los tejidos saludables del cuerpo. A partir de estos tumores, las células cancerosas pueden metastatizarse (propagarse) y formar nuevos tumores en otras partes del cuerpo. Por el contrario, los tumores no cancerosos (que también se llaman tumores benignos) no se propagan a otras partes del cuerpo.
Hay muchos tipos diferentes de cáncer, pero todos comienzan con células anormales que crecen en forma descontrolada. El tipo de cáncer está determinado por el tipo de células que comienzan a crecer en forma anormal y el lugar del cuerpo donde se produce el crecimiento anormal. Los tipos de cáncer más comunes en adultos son el cáncer de piel, el cáncer de pulmón, el cáncer de colon, el cáncer rectal, el cáncer de seno, el cáncer de endometrio, el cáncer de ovario y el cáncer de próstata.

Todas las personas tienen algún riesgo de tener cáncer. En los Estados Unidos, es probable que el cáncer afecte a 1 de cada 2 hombres y a 1 de cada 3 mujeres al menos una vez en la vida. El grado de riesgo que usted tiene depende de una serie de factores. Estos factores incluyen el consumo de tabaco, las elecciones del estilo de vida (como seguir una dieta y hacer ejercicio), los antecedentes familiares y los factores en su lugar de trabajo y entorno.

Hable con su médico. Su médico puede ayudarlo a entender su riesgo de tener cáncer, en especial si otros integrantes de su familia tienen antecedentes de cáncer. Su médico también puede ayudarlo a entender cómo afectan las siguientes situaciones el riesgo de tener cáncer:
Según su edad y sus factores de riesgo, su médico puede comenzar a hacerle pruebas de detección de determinados tipos de cáncer. Hacer pruebas de detección significa buscar determinados tipos de cáncer antes de que provoquen algún síntoma. Algunos médicos recomiendan que las personas que tienen un riesgo alto o que tienen antecedentes familiares de cáncer se realicen pruebas de detección más a menudo, o a una edad más temprana, que las personas con riesgo promedio de tener cáncer. Las recomendaciones para las pruebas de detección varían para los diferentes tipos de cáncer.

Si fuma, dejar el hábito de fumar es lo más importante que puede hacer por su salud. El hábito de fumar cigarrillos es una de las principales causas del cáncer de pulmón, de laringe (cuerdas vocales), de boca y de esófago, y también puede contribuir con demás tipos de cáncer en otras partes del cuerpo.
Según la Sociedad Americana del Cáncer (American Cancer Society), las personas que dejan de fumar a cualquier edad viven más tiempo que aquellas que continúan fumando. Por ejemplo, los fumadores que dejan el hábito antes de los 50 años tienen la mitad del riesgo de morir en el término de 15 años, comparado con los que continúan fumando. Y cuanto más fume, más daño hace. Las personas que fuman 2 atados o más por día tienen 20 veces más probabilidades de desarrollar cáncer que los no fumadores.
Otras formas de tabaco también pueden provocar cáncer, como los cigarros, el tabaco para mascar y el rapé (tabaco en polvo). Si usted consume productos derivados del tabaco y quiere dejarlos, hable con su médico de familia. Este puede ayudarlo a elaborar un plan para dejar el hábito.

Desafortunadamente, algunos tipos de cáncer parecen ser hereditarios. Las personas de una determinada raza o grupo étnico también pueden tener un riesgo más alto de tener algunos tipos de cáncer.
Su médico le preguntará si otras personas de su familia han tenido cáncer. Si algún familiar inmediato (uno de sus padres, un hermano, una hermana, un hijo o una hija) ha tenido cáncer, es probable que usted también tenga un riesgo más alto de tener cáncer.
Usted no puede cambiar sus antecedentes familiares, pero es aconsejable estar atento a ellos. Si usted y su médico saben que tiende a haber cáncer en su familia, pueden prestar especial atención a los signos tempranos de la enfermedad. Por ejemplo, si usted es mujer y tiene antecedentes familiares de cáncer de seno, su médico podría recomendarle empezar a hacerse mamografías más a menudo o a una edad más temprana.

Es posible que haya sustancias en su entorno que provoquen cáncer o que aumenten el riesgo de desarrollar cáncer. Estas pueden incluir polvo y vapores que se encuentran en al aire que usted respira y sustancias químicas que entran en contacto con la piel. La exposición al sol sin protección puede provocar cáncer de piel y respirar humo de tabaco (fumando usted mismo o respirando humo de segunda mano) lo pone en riesgo de tener cáncer de pulmón y otros tipos de cáncer.
Pregunte a su empleador si hay algún material en su lugar de trabajo que puede provocar cáncer. Estos pueden incluir asbesto, solventes y sustancias químicas usadas en la fabricación o la limpieza, humo o emanaciones de los materiales que se queman y muchos otros. Su empleador debe tener una hoja de datos de seguridad del material (MSDS, por sus siglas en inglés) para cada sustancia que podría dañar su salud. Por ley, se exige a todos los empleadores que completen estos formularios y usted tiene derecho a verlos. Su empleador también debe proporcionar equipos de seguridad, como una mascarilla y ropa de protección, para ayudar a disminuir su exposición a cualquier material perjudicial.
También observe los entornos donde pasa tiempo fuera de su lugar de trabajo. Demasiada exposición al sol puede provocar cáncer de piel, la forma más común de cáncer. Evite estar al sol todo lo que pueda. Si debe pasar tiempo al sol, use ropa de protección y protector solar con un FPS (factor de protección solar) de, al menos, 15.
Inhalar humo de un cigarrillo, un cigarro o una pipa (incluso si usted no es la persona que está fumando) provoca daño al cuerpo, que puede provocar cáncer. Si fuma, necesita dejar de hacerlo. Si algún familiar fuma, ofrézcale su ayuda para dejar de hacerlo, o pídale que no fume cuando usted esté cerca. El humo de cigarrillo que se impregna en superficies como las alfombras o la ropa también puede representar un riesgo, en especial para los lactantes y los niños pequeños.

La edad cada vez mayor es el factor de riesgo más importante de cáncer de seno en la mayoría de las mujeres. Para ayudar a encontrar el cáncer de seno en forma temprana, su médico puede realizar un examen clínico de los senos (donde controla si los senos tienen bultos). Analice con su médico los beneficios y los perjuicios de un examen clínico de los senos.
Una mamografía es un tipo especial de radiografía del seno con baja intensidad de radiaciones. Si usted tiene entre 50 y 75 años, debe realizarse una mamografía cada 2 años. Si usted tiene alto riesgo de tener cáncer de seno, como antecedentes de cáncer de seno en su familia, su médico podría recomendarle hacerse mamografías más a menudo o antes de los 50 años. El valor de la mamografía para las mujeres de 40 a 49 años con riesgo promedio es controversial, y debe analizar con su médico sus ventajas y desventajas para llegar a una decisión que le resulte aceptable.
Durante una prueba de Papanicolaou, su médico le toma una muestra de células del cuello uterino para realizar una prueba para detectar cáncer de cuello uterino. Debe realizarse su primera prueba de Papanicolaou en el término de 3 años de haber comenzado a tener relaciones sexuales. Debe hacerse una prueba de Papanicolaou al menos una vez cada 3 años, a menos que su médico sugiera que debe hacerla más a menudo. Continué haciéndose pruebas de Papanicolaou a lo largo de la vida, incluso después de la menopausia, hasta que tenga 65 años o hasta que se realice una histerectomía.

Para tomar una decisión sobre la prueba de detección de cáncer de próstata, primero hable con su médico sobre las ventajas y desventajas de la prueba de detección. Los factores como antecedentes familiares, edad y raza afectan el riesgo de tener cáncer de próstata.
El Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute), la Sociedad Americana del Cáncer, el Grupo Especial de Servicios Preventivos de los Estados Unidos (U.S. Preventive Services Task Force) y la Academia Americana de Médicos de Familia (American Academy of Family Physicians) recomiendan que los hombres hablen con sus médicos sobre las pruebas de detección y que tomen una decisión en función del riesgo y de los posibles beneficios de la prueba de detección, y de sus propios valores y preferencias personales.
Si decide hacerse una prueba de detección, su médico ordenará un análisis de sangre que se llama prueba de PSA. PSA es la sigla en inglés de antígeno prostático específico. Los hombres que tienen cáncer de próstata podrían tener un nivel más alto de PSA en la sangre. Sin embargo, el nivel de PSA también puede estar alto debido a causas menos graves, como una infección.

Algunos tipos de cáncer comunes se tratan y se curan más fácilmente si se detectan en forma temprana. Si se detecta el tumor cuando aún es pequeño y todavía no se ha propagado, curar el cáncer puede ser fácil. Sin embargo, cuanto más tiempo pase desapercibido, más probabilidades hay de que se propague el cáncer. Por lo general, hace que el tratamiento sea más difícil.

Los tres tipos de tratamiento para el cáncer más comunes son la cirugía, la radioterapiay la quimioterapia. El tratamiento está dirigido a eliminar las células cancerosas o destruirlas a través de medicamentos u otro medio.

La cirugía es una manera de eliminar el cáncer en forma física. La cirugía puede ser muy exitosa en el tratamiento de algunos tipos de cáncer, pero no siempre es una opción. Si el cáncer se desarrolla en forma de un tumor maligno (un tumor que se propaga) pero el tumor aún se encuentra en un lugar (localizado), podría ser posible extirpar de manera segura el tumor y cualquier tejido afectado que lo rodee. La cirugía podría no ser posible si el cáncer se ha propagado a otras áreas del cuerpo o si el tumor no puede extirparse sin dañar los órganos vitales, como el hígado o el cerebro.
Se usan diferentes tipos de cirugía para eliminar el cáncer. Algunos de estos incluyen:

En la radioterapia se usa la radiación —en forma de un tipo especial de radiografía, rayos gamma o electrones— para dañar las células cancerosas, a fin de que no puedan multiplicarse. Por lo general, este tipo de terapia no produce dolor. Según el área que se trate, pueden producirse efectos secundarios del daño de la radiación a los tejidos normales. Su médico podría decirle qué puede esperar. La radioterapia, a veces, es el único tratamiento que se necesita, o podría usarse junto con otras terapias. Podrían combinarse la cirugía y la radioterapia para los tumores que crecen en un lugar.

En la quimioterapia se usan medicamentos para atacar las células cancerosas. La palabra "quimioterapia" a veces provoca mucho miedo debido a que los efectos secundarios pueden ser graves. Sin embargo, no todas las personas experimentan efectos secundarios graves. Los efectos secundarios de la quimioterapia a menudo pueden tratarse con otros medicamentos.
La quimioterapia, por lo general, se usa cuando el cáncer se ha propagado a otras áreas del cuerpo. La quimioterapia también puede usarse combinada con cirugía y radiación. A veces el tumor se extirpa en forma quirúrgica, y después, se usa quimioterapia para asegurarse de que se destruyan todas las células cancerosas restantes.

Otro tipo de tratamiento es la terapia biológica (que también se llama inmunoterapia). Este tratamiento se usa para hacer que el sistema inmunitario del cuerpo produzca más glóbulos blancos, que se llaman linfocitos. Hay dos tipos de linfocitos que atacan y destruyen las células cancerosas: las células T y las células B. La inmunoterapia busca estimular la capacidad de las células T y los linfocitos B para destruir el cáncer. Este tipo de terapia también puede usarse combinada con cirugía, terapia de radiación o quimioterapia.
La terapia hormonal a veces se usa para tratar el cáncer de seno o de próstata, a menudo sumada a la quimioterapia o la radioterapia. La terapia hormonal consiste en usar fármacos que contienen otras hormonas para bloquear los efectos del estrógeno y la testosterona, que también son hormonas. Estos fármacos son necesarios porque la hormona estrógeno puede hacer que los tumores del cáncer de seno crezcan en forma más rápida. Del mismo modo, la hormona testosterona puede hacer que los tumores cancerosos que se encuentran en la próstata crezcan en forma más rápida. En otros casos, puede usarse la cirugía para extirpar los ovarios o los testículos. Al extirpar estos órganos, se reduce la cantidad de estrógeno o testosterona en el cuerpo.
Es posible que haya otros tratamientos especializados disponibles. Su médico podría hablar con usted sobre si estos tratamientos son una opción para usted.

Su médico, o un equipo de médicos, lo ayudarán a entender sus opciones y le recomendarán opciones de tratamiento. Es posible que no tenga opciones de tratamiento. Hay muchos factores involucrados, incluida la etapa en la que se encuentra el cáncer, los órganos afectados y el tipo de cáncer que tiene. Algunos tipos de cáncer, como el cáncer de piel, son más fáciles de tratar que otros. La edad y la salud, y los posibles efectos secundarios del tratamiento, también pueden influir en el nivel de control que usted tenga sobre su plan de tratamiento.
Es recomendable que usted y su médico consideren las ventajas y las desventajas de cada terapia. Además, es recomendable que usted y su médico analicen las terapias alternativas para el caso de que su cáncer no responda al tratamiento.

Los ensayos clínicos se usan para investigar nuevas formas de tratar a las personas que tienen cáncer. Después de que un nuevo medicamento se somete a muchas pruebas en el laboratorio y en animales, se prueba en personas que tienen cáncer y que se ofrecen como voluntarios para participar en un ensayo clínico. El ensayo ayuda a los médicos a decidir si un medicamento es seguro y eficaz. También ayuda a determinar las dosis correctas que deben recibir los pacientes.
Los ensayos en cáncer se realizan de manera diferente que algunos otros ensayos clínicos. En otros tipos de ensayos, los pacientes que toman los medicamentos nuevos se comparan con los pacientes que no reciben ningún medicamento (reciben un placebo o una "píldora de azúcar"). No sería ético que los médicos dieran a las personas que tienen cáncer una píldora de azúcar que no contuviera ningún medicamento. Por lo tanto, los ensayos en cáncer comparan a los pacientes que reciben un medicamento actual con los pacientes que reciben el nuevo medicamento. Los médicos tienen la esperanza de que el ensayo revele que el nuevo medicamento funciona mejor que el actual.
Participar en un ensayo clínico tiene algunas ventajas. Los pacientes que participan pueden recibir los últimos y mejores medicamentos disponibles. Además, se monitorea a los pacientes muy de cerca durante todo el ensayo, por lo que su estado de salud general, a menudo, se beneficia. Además, es posible que los pacientes que participan en un ensayo clínico no tengan que pagar los medicamentos que reciben. Por lo general, la compañía u organización que patrocina el ensayo proporcionará los medicamentos sin cargo y pagarán las pruebas adicionales y las visitas médicas.
Los ensayos clínicos también conllevan algunos riesgos. Los medicamentos que puede recibir en un ensayo clínico, por lo general, no han sido aprobados por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos. Es posible que los medicamentos tengan efectos secundarios no deseados o que no funcionen tan bien como esperan los médicos. Quizás tenga que dedicar más tiempo al tratamiento si participa en un ensayo clínico y es posible que tenga que hacerse pruebas con más frecuencia.
Si cree que es recomendable participar en un ensayo clínico, hable con su médico. Este le podrá explicar los posibles beneficios y riesgos, y puede ayudarlo a buscar un ensayo. También podría convenirle examinar el sitio web del Instituto Nacional del Cáncer (vea "Otras organizaciones"), a fin de obtener más información y una lista para buscar ensayos clínicos.

Informe a su médico que no entiende. Usted necesita conocer lo que está sucediendo en cada etapa de su tratamiento, incluidas todas las opciones disponibles. Lleve a un amigo cercano o un familiar a sus citas para que también escuche y observe en su nombre. Su acompañante puede ayudar a defenderlo como paciente.
Puede resultar útil tomar notas durante sus citas. Anote cualquier pregunta que quiera que su médico responda. También puede grabar todas sus conversaciones y, después, hacer notas a partir de las grabaciones. Es importante que entienda lo que le dice el médico y que este sepa cuando usted no entiende. Sea honesto con su médico. No retenga ninguna información, incluso al responder preguntas sobre cómo se siente a nivel físico y emocional, o de cuán bien entiende lo que el médico está diciendo.

El tratamiento para el cáncer puede ser muy complejo. El tipo de cáncer que tiene, la etapa en la que este se encuentra y el programa de tratamiento que usted recibe afectan los tipos de profesionales de atención médica que verá.
Su médico de familia puede supervisar su tratamiento y sus programas de rehabilitación, y puede ayudar a responder las preguntas que usted tenga. A veces unoncólogo puede manejar su programa de tratamiento, pero su médico de familia puede volver a hacerse cargo una vez que se haya completado la terapia. Un oncólogo es un médico que se especializa en tratar a personas con cáncer.
Un cirujano puede hacer la operación para extirpar la mayor cantidad posible de tejido canceroso. Un patólogo examinará el tejido extirpado durante una biopsia o una cirugía para determinar si hay signos de cáncer. Los oncólogos radiólogos administran el tratamiento de radiación. El oncólogo radiólogo a menudo recibe la ayuda de radiólogos de diagnóstico, técnicos en radioterapia y físicos de radiaciones, que planifican el tratamiento y verifican las dosis de radiación para asegurarse de que el tratamiento sea lo más seguro posible.
Los oncólogos, los médicos de familia y los internistas a menudo recetan medicamentos de quimioterapia, hormonas y otros fármacos. Los técnicos de laboratorio o losenfermeros pueden extraerle sangre para realizar pruebas.
Los nutricionistas evalúan su dieta y ayudan a planificar sus comidas durante el tratamiento y después de él. Los fisioterapeutas pueden ayudarlo a mantener el tono muscular y restablecer su capacidad de moverse si hay cambios en su cuerpo debido al tratamiento. Los psicólogos, los psicoterapeutas y otros consejeros, como miembros del clero o trabajadores sociales, pueden ayudarlo a hablar sobre sus sentimientos y a manejar las reacciones emocionales al cáncer y al tratamiento para el cáncer. Losfarmacéuticos mezclan los complicados medicamentos y verifican que usted esté recibiendo las dosis correctas.
No dude en hablar con su médico sobre cualquier pregunta e inquietud que tenga sobre su tratamiento. Si está pensando en algo, pregunte al respecto. Al obtener respuestas a sus preguntas, puede participar en forma más activa en su atención.

El tratamiento para el cáncer afecta a cada persona de manera diferente. Algunas personas tienen pocos efectos secundarios o no tienen ninguno en absoluto. Sin embargo, los efectos secundarios del tratamiento para el cáncer, en muchos casos, hacen que las personas se sientan muy indispuestas.
Su médico le dirá qué tipos de efectos secundarios se podrían esperar de su tratamiento para el cáncer. También le dirá qué efectos secundarios son poco habituales y cuándo debe llamar al consultorio del médico.
No quite importancia a sus efectos secundarios. Es importante que informe a su médico, a los miembros de su equipo de atención y a las personas que lo rodean cómo se está sintiendo. Si se siente muy indispuesto, muy cansado o tiene mucho dolor, es posible que su médico pueda ajustar su tratamiento o darle otro medicamento para ayudarlo a sentirse mejor.

La radioterapia en la cabeza y algunos tipos de quimioterapia pueden hacer que a las personas se les caiga el cabello. Otros tipos de tratamiento no provocan este efecto secundario. Si está recibiendo quimioterapia, pregunte a su médico si los fármacos que está tomando pueden provocar caída del cabello. Que se le caiga el cabello puede ser una experiencia difícil. Si su médico le dice que esto podría ocurrir, intente prepararse. Decida qué quiere hacer si empieza a caérsele el cabello.
Algunas personas a quienes se les cae el cabello durante el tratamiento para el cáncer usan una peluca o un postizo. Otros se cubren la cabeza con sombreros, pañoletas o turbantes. Sin embargo, otras se dejan la cabeza descubierta. Haga lo que sienta que es adecuado para usted. Muchas personas alternan las opciones, según dónde estén, con quién estén o qué estén haciendo.
Si decide que quiere usar una peluca o un postizo, es recomendable elegir uno antes de que empiece a caérsele el cabello. Así, puede hacerlo coincidir con el color y la textura de su cabello natural. Algunas tiendas se especializan en pelucas y postizos para personas que tienen cáncer. También es posible que pueda pedir su peluca o su postizo por Internet.
Si decide rasurarse la cabeza o dejarla descubierta, deberá protegerse la piel con protector solar, un sombrero o una pañoleta cuando esté al aire libre.
Si se le cae el cabello durante la radioterapia o la quimioterapia, casi siempre vuelve a crecer después de que finalice su tratamiento. Sin embargo, podría tener un color o una textura diferentes cuando vuelva a crecer.

Es posible que no se sienta lo suficientemente bien para comer mientras reciba el tratamiento para el cáncer. Pero es importante que coma todo lo que sienta que puede comer. Los alimentos ayudan al cuerpo a fabricar nuevas células sanas y también ayudan a reforzar el nivel de energía.
Puede resultar útil hacer varias comidas pequeñas al día, en lugar de 3 grandes. Intente comer alimentos suaves como galletas saladas, pan tostado común y caldo. Tome sorbos de agua, jugos y gaseosas. Pregunte a su médico si debe tomar un suplemento nutricional, como Ensure. Evite consumir comidas picantes o alimentos con olores fuertes si le hacen sentir náuseas. También podría resultarle más fácil comer alimentos tibios y tomar bebidas tibias.
Algunas personas con cáncer (en especial las personas que se están tratando con quimioterapia) tienen problemas de dolor o sensibilidad en la boca. Esto hace que sea aún más difícil comer. Intente comer alimentos suaves y simples o alimentos cocidos hechos puré. Si se le desarrollan llagas en la boca, informe a su médico. Estas llagas pueden infectarse y provocar problemas graves. Podría convenirle beber a través de una pajita (popote) para evitar que el líquido toque las llagas de la boca. Además, intente enjuagarse la boca con una 1 cucharadita de bicarbonato de sodio disuelto en 8 onzas de agua. Esto puede ayudar a prevenir las infecciones en la boca y a que la boca se cure en forma más rápida.
Cuando tenga ganas de comer, intente ingerir la mayor cantidad posible de proteínas y calorías. Pregunte a su médico si debe agregar determinados nutrientes o tipos de alimentos a su dieta. Su médico podría recomendarle visitar a un consejero nutricional, que puede ayudarlo a encontrar las maneras de obtener la cantidad adecuada de proteínas, nutrientes y calorías. Si siente que no puede comer nada durante más de 24 horas, hable con su médico. Este debe saber que usted no está recibiendo la nutrición que necesita.

Es posible que no conozca la respuesta a esta pregunta hasta después de haber empezado su tratamiento. Algunas personas descubren que los efectos del cáncer y su tratamiento las hacen sentir tan enfermas que no pueden trabajar en absoluto. Otras pueden continuar con sus actividades normales o adaptarlas para que sean compatibles con su tratamiento.
Trabajar durante el tratamiento puede ayudarlo a pensar en otras cosas que no sean el cáncer. También puede sentirse mejor si sabe que continúa con su rutina "normal". Muchas personas que deciden trabajar durante el tratamiento también sienten que reciben mucho apoyo de sus empleadores y sus compañeros de trabajo.
Si quiere continuar trabajando durante el tratamiento para el cáncer, busque maneras de aprovechar su tiempo al máximo. Intente programar los tratamientos para el final de la semana; de esta forma, tendrá el fin de semana para recuperarse. Pregunte a su empleador si puede trabajar a medio tiempo o desde su casa. Si es necesario, pida a sus compañeros de trabajo que lo ayuden con algunas de sus tareas o responsabilidades. Probablemente, tendrán muchas ganas de ayudar.

Es normal sentirse impotente, enojado, asustado y deprimido durante el tratamiento para el cáncer. Probablemente, sentirá todas estas emociones y otras a medida que realice el tratamiento. Algunos días, es posible que sienta que el tratamiento no vale la pena.
Intente encontrar un sistema de apoyo en el que pueda confiar durante estos momentos. Muchas personas cuentan con el apoyo de familiares y amigos. Otras personas prefieren hablar con personas que también estén atravesando un tratamiento para el cáncer. Los grupos de apoyo de cáncer pueden ayudar a las personas que tienen cáncer y a sus familiares a sobrellevar la enfermedad y su tratamiento. Su médico puede sugerirle maneras de encontrar un grupo de apoyo o usted puede comunicarse con el personal de un hospital local o de una filial local de la Sociedad Americana del Cáncer (busque en el directorio telefónico o visite su sitio web). El Instituto Nacional del Cáncer es otro recurso para obtener información sobre grupos de apoyo. (Vea "Otras organizaciones").
Mantener su mente activa también puede ayudar. Intente mantenerse ocupado armando rompecabezas o resolviendo crucigramas, tejiendo, mirando películas o jugando con amigos y familiares. Hacer ejercicio también puede ayudar, pero solo si se siente lo suficientemente fuerte. Hable con su médico sobre qué actividad física le conviene.
Algunas investigaciones y las experiencias de muchas personas que tienen cáncer y de sus médicos demuestran que una actitud positiva podría mejorar la salud de las personas que se someten a un tratamiento para el cáncer. Este enfoque del pensamiento positivo puede consistir en la formación de una imagen mental de lo bien que su tratamiento y el sistema inmunitario del cuerpo están combatiendo el cáncer (que también se llama visualización).
También es importante que hable con su médico sobre sus emociones. La depresión es común durante el tratamiento para el cáncer. Si para usted es un problema, es posible que su médico pueda recetarle algún medicamento para ayudarlo a sentirse mejor.

Sí, esta información es importante. Su médico querrá saber sobre el cáncer que tuvo en la infancia y el tratamiento que recibió. Los tratamientos para un cáncer en la infancia pueden provocar problemas en el futuro. Estos problemas incluyen obesidad, huesos quebradizos, depresión, dificultades cardíacas, problemas reproductivos en las mujeres y un riesgo más alto de tener otros tipos de cáncer. Hasta el 60% de los que superaron el cáncer en la infancia que ahora son adultos tienen, al menos, un problema de salud en curso o de aparición tardía.
Usted puede idear un plan de seguimiento con su médico de familia. Es posible que tenga que hablar con sus padres o sus médicos de la infancia, a fin de obtener el mejor plan para su atención médica actual.

Desafortunadamente, algunos factores de riesgo de cáncer (como antecedentes familiares) están fuera de su control. Pero existen algunas medidas que puede tomar todos los días para mejorar su salud y reducir su riesgo de tener cáncer. Las mejores maneras de reducir su riesgo de tener cáncer son dejar de fumar y mantener un peso saludable, estar activo y seguir una dieta saludable. Limitar la cantidad de alcohol que toma también es importante, como también lo es limitar su exposición a la luz solar o a las camas solares. Si usted ha superado un cáncer, estos mismos hábitos de estilo de vida pueden ayudarlo a permanecer saludable.
Consultar a su médico en forma regular también puede ayudar. Según su edad y sus antecedentes médicos, es probable que su médico le realice análisis (que se llaman pruebas de detección) para intentar detectar los signos tempranos de determinados tipos de cáncer. Para la mayoría de los tipos de cáncer, cuanto antes se detecte el cáncer y comience el tratamiento, mayores son las probabilidades de recuperación.

Alcanzar y mantener un peso saludable reduce su riesgo de tener muchos tipos de cáncer. Mantener un peso saludable también ayudará a reducir su riesgo de tener otras afecciones, como enfermedades cardíacas y diabetes. Pregunte a su médico cuál sería un peso saludable para usted. Si usted está por encima del peso saludable, incluso perder solo del 5 al 10% de su peso actual puede beneficiar su salud.

Hacer actividad física en forma regular puede reducir su riesgo de tener varios tipos de cáncer, incluidos el cáncer colorrectal y el cáncer de seno. Hacer ejercicio ayuda a fortalecer los huesos, aumentar la masa muscular y reducir la grasa corporal. También puede ayudar a mejorar la autoestima y aumentar la fuerza cardíaca y la fuerza muscular. La actividad física regular también es importante para quienes superaron el cáncer debido a que puede ayudar a reducir el cansancio y el estrés.
La mayoría de los adultos pueden hacer actividad moderada sin consultar primero a su médico. Sin embargo, si usted es un hombre mayor de 40 años o una mujer mayor de 50 años, o si ha superado el cáncer, hable con su médico antes de empezar un programa de ejercicios.
Intente hacer, al menos, 30 minutos de actividad de 4 a 6 veces por semana. Intente mantener un nivel de actividad de intensidad mediana a alta. Puede volverse más activo agregando un poco de actividad a su rutina diaria. Por ejemplo, intente subir por las escaleras, en lugar de usar el elevador. Salga a caminar durante un descanso para tomar un café o durante el almuerzo.

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Quistede ovario

 

Foto: Quiste Ovarios

 

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La parotomia de quiste de ovario

 

Foto: La parotomia de quiste de ovario

 

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¿Qué son los quistes deovario, cómo se detectan y cuál es el tratamiento?

 

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Quiste de ovario derecho


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Reseccion laparoscopica de quiste ovarico derecho de 6 cm

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Un quiste es un saco lleno de líquido que se forma sobre o dentro de un ovario.
Este artículo es acerca de los quistes que se forman durante su ciclo menstrual mensual, llamados quistes funcionales. Los quistes funcionales no son lo mismo que los quistes causados por cáncer u otras enfermedades.
 El propósito de esta publicación es de ayudarle a tomar conciencia de nuestros hábitos de vida, así como  facilitar la ubicación de los artículos publicados en los diferentes medios Escritos, Televisión y Radio.

 

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Quistes ováricos

 

Foto: Quistes ováricos

Por lo general, los quistes ováricos son funcionales; es decir, que no están relacionados con una enfermedad y tienden a desaparecer espontáneamente en un período de 60 días. Los anticonceptivos orales ayudan a normalizar los ciclos menstruales.

Un quiste es un saco lleno de líquido que se forma sobre o dentro de un ovario.
Este artículo es acerca de los quistes que se forman durante su ciclo menstrual mensual, llamados quistes funcionales. Los quistes funcionales no son lo mismo que los quistes causados por cáncer u otras enfermedades.

Causas

Cada mes, durante el ciclo menstrual, crece un folículo (donde el óvulo se está desarrollando) en el ovario. La mayoría de los meses, se libera un óvulo de este folículo, lo cual se denomina ovulación. Si el folículo no logra abrirse y liberar un óvulo, el líquido permanece dentro del folículo y forma un quiste, el cual se denomina quiste folicular.
Otro tipo de quiste, llamado quiste del cuerpo lúteo, se presenta después de que un óvulo ha sido liberado de un folículo. Este tipo de quiste a menudo contiene una pequeña cantidad de sangre.
Los quistes ováricos son más comunes en los años de la edad reproductiva desde la pubertad hasta la menopausia. La afección es menos común después de la menopausia.
Tomar drogas para la fecundidad puede causar una afección en la cual se forman múltiples quistes grandes en los ovarios, lo cual se denomina síndrome de hiperestimulación ovárica. Por lo general, los quistes desaparecen después del período de una mujer o después de un embarazo.

Síntomas

Los quistes ováricos con frecuencia no causan síntomas.
Un quiste ovárico tiene más probabilidad de causar dolor si:
  • Se vuelve grande.
  • Sangra.
  • Se rompe.
  • Interfiere con el riego sanguíneo al ovario.
  • Se golpea durante la relación sexual.
  • Se tuerce o causa torsión de las trompas de Falopio.
  • Distensión o hinchazón abdominal.
  • Dolor durante la defecación.
  • Dolor pélvico poco después del comienzo o finalización del período menstrual.
  • Dolor con las relaciones sexuales o dolor pélvico durante el movimiento.
  • Dolor pélvico constante y sordo.
  • Dolor pélvico intenso y repentino, a menudo con náuseas y vómitos, que puede ser un signo de torsión o retorcimiento del ovario en su riego sanguíneo o ruptura de un quiste con sangrado interno.
Pruebas y exámenes
  • Estudios de flujo Doppler
  • Examen Ca-125 para buscar posible cáncer si usted ha llegado a la menopausia o ya la pasó o tiene una ecografía anormal



Los síntomas de los quistes ováricos pueden abarcar:
Los cambios en los períodos menstruales son infrecuentes con los quistes foliculares y son más comunes con los quistes del cuerpo lúteo. Se puede presentar manchado o sangrado con algunos quistes.
El médico o el personal de enfermería pueden descubrir un quiste durante un examen pélvico o cuando a usted le hagan una ecografía por otra razón.
La ecografía se puede hacer para diagnosticar un quiste. El médico o el personal de enfermería tal vez necesiten examinarla de nuevo en 6 a 8 semanas para verificar que éste haya desaparecido.
Otros exámenes imagenológicos que se pueden hacer cuando sea necesario abarcan:
Se pueden hacer los siguientes exámenes de sangre:
Prueba de embarazo (GCH en suero)

Tratamiento

Los quistes ováricos funcionales generalmente no necesitan tratamiento. Por lo regular, desaparecen al cabo de 8 a 12 semanas de manera espontánea.
Si usted tiene quistes frecuentes, el médico o el personal de enfermería le pueden recetar píldoras anticonceptivas (anticonceptivos orales). Estos medicamentos pueden reducir el riesgo de nuevos quistes ováricos. Estas píldoras no disminuyen el tamaño de los quistes existentes. 
Se puede necesitar cirugía para extirpar el quiste o el ovario con el fin de verificar que no sea cáncer ovárico. La cirugía muy probablemente se necesite para:
  • Quistes ováricos complejos que no desaparecen.
  • Quistes que estén causando síntomas y que no desaparecen.
  • Quistes ováricos simples que sean mayores a 10 centímetros.
  • Mujeres que estén cerca de la menopausia o que sean posmenopáusicas.
  • Laparoscopia pélvica para extirpar el quiste o el ovario

Los tipos de cirugía para los quistes ováricos abarcan:
Usted puede necesitar otros tratamientos si tiene poliquistosis ovárica u otro trastorno que pueda causar quistes.

Expectativas (pronóstico)

Los quistes en las mujeres que aún están teniendo periodos tienen mayor probabilidad de desaparecer. Un quiste complejo en una mujer posmenopáusica tiene un mayor riesgo de ser cáncer. El cáncer es muy improbable si es un quiste simple.

Posibles complicaciones

Las complicaciones tienen que ver con la afección que está causando los quistes y pueden ocurrir con quistes que:
  • Sangran.
  • Se rompen.
  • Muestran signos de cambios que pudieran ser cancerosos.
  • Presentan torsión.


Cuándo contactar a un profesional médico

Igualmente, llame al médico si los siguientes síntomas han estado presentes en la mayoría de los días durante al menos dos semanas:
Consulte con el médico si:
  • Tiene síntomas de un quiste ovárico.
  • Tiene dolor intenso.
  • Tiene sangrado que no es normal para usted.
  • Llenarse rápidamente al comer.
  • Perder el apetito.
  • Bajar de peso sin intentarlo.

Prevención

Si usted no está tratando de quedar en embarazo y desarrolla quistes funcionales con frecuencia, se pueden prevenir tomando medicamentos hormonales (como píldoras anticonceptivas). Estos medicamentos impiden el crecimiento de los folículos.

Nombres alternativos

Quistes ováricos funcionales; Quistes ováricos fisiológicos; Quistes del cuerpo lúteo; Quistes foliculares