¿Qué es un quiste ovárico?
Entre
otros síntomas se incluyen sentirse lleno después de comer poco y
estreñimiento.
Si
usted está menopáusica y no está teniendo periodos, no se le deben formar
quistes funcionales, pero es posible que se le formen otros tipos de quistes
ováricos.
El propósito
de esta publicación es de ayudarle a tomar conciencia de nuestros hábitos de
vida, así como facilitar la ubicación de
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Síntomas¿Cuáles son los síntomas del quiste
ovárico?Diagnóstico
y pruebas¿Cómo sabrá mi médico que tengo un
quiste ovárico?¿Qué es una ecografía?¿Hay alguna otra prueba que podría
realizarme?Tratamiento¿Cómo se tratan los quistes
funcionales?¿Necesito cirugía para un quiste
ovárico?¿Qué tipo de cirugía necesitaría?Síndrome de ovario poliquístico El propósito
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Síndrome
de ovario poliquístico ¿Qué es el síndrome de ovarios
poliquísticos?Síntomas¿Cuáles son los síntomas de PCOS?
- Crecimiento excesivo de vello en el rostro, área de los pezones,
pecho, abdomen bajo y muslos
- Cabello débil o puntos sin cabello
- Manchas oscuras en la piel
Causas
y factores de riesgo¿Cuáles son las causas del PCOS?¿Cuáles son los factores de riesgo
para el PCOS?Diagnóstico
y pruebas¿Cómo puede saber mi médico que tengo
PCOS?Tratamiento¿Cómo se trata el PCOS?Complicaciones¿Causa el PCOS problemas a largo
plazo?
Cáncer
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CáncerDescripción
general
¿Qué es el cáncer?Causas y factores de riesgo¿Quién tiene riesgo de tener cáncer?¿Cómo sé si estoy en riesgo de tener
cáncer?
- Consumir o haber consumido productos derivados del tabaco, como
fumar cigarrillos o tabaco para mascar.
- Beber bebidas alcohólicas
- Haber seguido una dieta alta en grasas durante mucho tiempo de su
vida.
- Estar expuesto a sustancias químicas que pueden provocar cáncer.
- Tener riesgo de tener cáncer de piel.
¿Cómo afectan el hábito de fumar y otros tipos de consumo
de tabaco al riesgo de tener cáncer?¿Cómo afectan los antecedentes familiares al riesgo de
tener cáncer?¿Qué sucede con los factores en mi lugar de trabajo o
entorno?Diagnóstico y pruebas¿Qué pruebas de detección deben hacerse las mujeres?¿Qué pruebas de detección deben hacerse los hombres?Tratamiento¿Por qué es importante detectar el cáncer en forma
temprana?¿Cuáles son los diferentes tipos de tratamiento para el
cáncer?Cirugía
- Cirugía
con láser. Se usan rayos de luz
y, a veces, calor provenientes de un láser para apuntar a las células
cancerosas y destruirlas.
- Cirugía laparoscópica. Se realizan incisiones
muy pequeñas en el cuerpo y el médico usa una cámara diminuta para
observar el interior del cuerpo. La cámara envía señales a una pantalla de
video para que su médico pueda ver el tumor y sus órganos. El médico usa
un instrumental quirúrgico para extirpar el tumor.
- Cirugía de Mohs. Las capas de las
células cancerosas se eliminan de a una por vez. Se examina cada capa
antes de que el médico elimine la siguiente capa. De esta manera, solo se
eliminan las capas enfermas y el tejido saludable permanece intacto.
- Criocirugía. Se congelan y se
destruyen las células cancerosas usando un material muy frío, como
nitrógeno líquido.
RadioterapiaQuimioterapiaOtros tratamientos¿Cómo decido qué opción de
tratamiento recibir?¿Qué son los ensayos clínicos?A veces no entiendo lo que me está
diciendo el médico. ¿Qué debo hacer?¿Qué se hace en mi programa de
tratamiento y quién lo hace?¿Qué puedo hacer con respecto a los
efectos secundarios?¿Se me caerá el cabello?¿Qué sucede si no tengo ganas de
comer?¿Podré trabajar?¿Cómo me sentiré a nivel emocional
durante el tratamiento?Complicaciones¿Debo informar a mi médico que de niño recibí tratamiento
para el cáncer?Prevención¿Qué puedo hacer para reducir mi
riesgo de tener cáncer?¿Por qué es importante mi peso?¿Por qué es importante hacer
actividad física?
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Un
quiste ovárico es un saco lleno de líquido que se encuentra en el ovario o
sobre este. Existen varios tipos de quistes ováricos. Muchos quistes ováricos
son quistes no cancerosos que se producen como resultado de la ovulación
(liberación de un óvulo desde el ovario). Estos se llaman quistes funcionales.
Por lo
general, los quistes funcionales no provocan ningún síntoma (es posible que ni
siquiera sepa que los tiene), pero otras veces pueden provocar dolor abdominal,
abotagamiento, irregularidades menstruales, náuseas y vómitos. Entre otros
síntomas se incluyen sentirse lleno después de comer poco y estreñimiento.
Si
usted está menopáusica y no está teniendo periodos, no se le deben formar
quistes funcionales, pero es posible que se le formen otros tipos de quistes
ováricos. Debe llamar a su médico si experimenta alguno de los síntomas de un
quiste ovárico.
Muchas
veces, su médico sentirá un quiste durante su examen físico. Si usted tiene un
quiste, es probable que su médico le recomiende hacerse una ecografía para
poder observar el quiste. Lo que decida hacer su médico después de esto depende
de su edad, de la forma en que se ve el quiste en la ecografía y de la
presencia o ausencia de síntomas.
Una
ecografía usa ondas sonoras para generar imágenes de los órganos del cuerpo. Es
un buen método para que su médico le observe los ovarios. Este tipo de
ecografía puede realizarse a través del abdomen o de la vagina. Ningún tipo es
doloroso. La ecografía, por lo general, dura alrededor de 30 minutos. Dará a su
médico información valiosa sobre el tamaño y el aspecto del quiste.
Su
médico podría medir el nivel de una proteína que se llama CA-125, en la sangre.
A veces, este análisis de sangre se realiza en mujeres que tienen un quiste
ovárico para ver si el quiste podría ser canceroso. Un nivel normal de CA-125
es menos de 35. Sin embargo, este análisis no es siempre un método preciso para
determinar si una mujer tiene cáncer de ovario. Por ejemplo, algunas mujeres
que tienen cáncer de ovario tienen un nivel normal de CA-125. Además, este
nivel a veces puede ser alto en mujeres que no tienen cáncer, en particular si
están en edad reproductiva. Por estos motivos, el análisis de sangre de CA-125,
por lo general, solo se recomienda para las mujeres que tienen un riesgo alto
de tener cáncer de ovario.
Los
quistes funcionales normalmente se reducen de tamaño por sí solos con el tiempo,
por lo general, en alrededor de 1 a 3 meses. Si usted tiene un quiste
funcional, es posible que su médico desee controlarla de nuevo en 1 a 3 meses
para asegurarse de que el quiste se haya achicado. Si desarrolla quistes
funcionales con frecuencia, su médico podría recomendarle tomar píldoras
anticonceptivas para que no ovule. Si no ovula, no se le formarán quistes
funcionales.
El
tratamiento para los quistes ováricos depende de varios factores, como la edad,
la presencia de periodos, el tamaño del quiste, su aspecto y los síntomas.
Si está
teniendo periodos, solo síntomas leves y el quiste es funcional, es probable
que no necesite realizarse cirugía. Si el quiste no desaparece después de
varios periodos menstruales, si se agranda o si su aspecto en la ecografía no
es el de un quiste funcional, su médico podría recomendarle realizarse una
operación para extirparlo. Existen muchos tipos diferentes de quistes ováricos
en mujeres en edad reproductiva que no requieren cirugía. Afortunadamente, los
quistes en mujeres que se encuentran en esta edad son casi siempre benignos (no
cancerosos).
Si
usted ha pasado la menopausia y tiene un quiste ovárico, es probable que su
médico le recomiende realizarse una cirugía. El cáncer de ovario es poco
frecuente, pero las mujeres de 50 a 70 años tienen mayor riesgo. Las mujeres
que reciben el diagnóstico en una primera etapa evolucionan mucho mejor que las
mujeres que reciben el diagnóstico más tarde.
Si el
quiste es pequeño (alrededor del tamaño de una ciruela o más pequeño) y si
tiene aspecto de ser benigno en la ecografía, su médico puede decidir realizar
una laparoscopia. Este tipo de cirugía se realiza con un instrumento con luz
que se llama laparoscopio, que es como un telescopio delgado. Este se coloca en
el abdomen a través de una pequeña incisión (corte) justo arriba del ombligo o
debajo de este. Con el laparoscopio, su médico puede ver los órganos. Con
frecuencia, el quiste puede extirparse a través de pequeñas incisiones en la
línea de vello púbico.
Si el
quiste se ve demasiado grande para extirparse con el laparoscopio o si se ve
sospechoso de alguna manera, es probable que su médico le realice una
laparotomía. En la laparotomía, se realiza una incisión más grande para extraer
el quiste o posiblemente todo el ovario afectado y la trompa de Falopio
afectada. Mientras está bajo los efectos de anestesia general (que la pone en
un estado similar al del sueño), el quiste puede examinarse para determinar si
es cáncer. Si es cáncer, es posible que su médico necesite extirpar ambos
ovarios, el útero, un pliegue de tejido graso, que se llama epiplón, y algunos
ganglios linfáticos. Es muy importante que hable con su médico sobre todo esto
antes de la cirugía. Su médico también hablará con usted sobre los riesgos de
cada tipo de cirugía, sobre cuánto tiempo es probable que tenga que estar en el
hospital y sobre cuánto tiempo pasará hasta que pueda volver a realizar sus
actividades normales.
Los
quistes son como pequeños globos llenos de líquido.
PCOS
puede ocasionar cambios en los ciclos menstruales de una mujer, fertilidad,
niveles hormonales, vasos cardíacos y sanguíneos y apariencia.
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El
síndrome de ovarios poliquísticos (PCOS) es una condición que ocurre cuando un
desequilibrio de los niveles hormonales en el cuerpo de una mujer ocasiona
quistes (en inglés se dice: "sists") en los ovarios. Los quistes son
como pequeños globos llenos de líquido.
PCOS
puede ocasionar cambios en los ciclos menstruales de una mujer, fertilidad,
niveles hormonales, vasos cardíacos y sanguíneos y apariencia.
Las
mujeres pueden desarrollar PCOS durante su adolescencia o embarazo.
Usualmente,
las mujeres que tienen PCOS tienen períodos menstruales irregulares,
infrecuentes o no los tienen. También pueden tener problemas para embarazarse.
Algunas mujeres que tienen PCOS no experimentan síntomas.
Otras
señales y síntomas de PCOS pueden incluir:
Las
mujeres que tienen PCOS también tienen más probabilidades de tener diabetes
tipo 2, hipertensión arterial y colesterol y triglicéridos altos. Junto con la
obesidad, estas condiciones se conocen como "síndrome metabólico".
Los
médicos no saben con exactitud qué es lo que causa el PCOS. Si tiene PCOS,
tiene un desequilibrio hormonal. Sus ovarios generan grandes cantidades de un
tipo de hormona (llamada andrógenos). También puede tener demasiada insulina,
lo cual regula sus niveles de azúcar en sangre. Estos problemas hormonales
ocasionan los síntomas del PCOS.
Tiene
más probabilidades de tener PCOS si su madre o hermana también tiene.
Su
médico le preguntará sobre sus síntomas y observará si tiene las señales de
PCOS. Le realizará un examen físico completo, que posiblemente incluirá un
examen pélvico. También pueden ayudar los exámenes de sangre que miden sus
niveles hormonales. Un examen de ultrasonido puede mostrar si tiene quistes en
sus ovarios.
El
tratamiento para el PCOS se enfoca en controlar los síntomas. Es posible que
necesite perder peso. Comer saludable y hacer suficiente ejercicio puede
ayudarle a controlar el PCOS. El medicamento puede ayudarle a regular su ciclo
menstrual y reducir el crecimiento de vello abdominal y el acné. Las píldoras
anticonceptivas (para mujeres que no están tratando de embarazarse) y la
metformina son dos medicamentos con receta médica que frecuentemente son
útiles. Si tiene diabetes o hipertensión arterial, estas condiciones también
necesitan tratamiento. Si desea tener un bebé, existen medicamentos que pueden ayudarle
a quedar embarazada.
Si
tiene PCOS, tiene más probabilidades de desarrollar hipertensión arterial,
colesterol alto o diabetes tipo 2. Esto significa que tiene un mayor riesgo de
apoplejías y ataques cardíacos.
Los
problemas con los períodos menstruales también pueden ocasionar que las mujeres
que tienen PCOS sean infértiles (no puedan quedar embarazadas). También pueden
tener un mayor riesgo de cáncer del útero o seno.
Las
mujeres que tienen PCOS también tienen más probabilidades de tener ansiedad o
depresión. Si se siente ansiosa o deprimida, hable con su médico. Existe
tratamiento disponible.
En los Estados
Unidos, es probable que el cáncer afecte a 1 de cada 2 hombres y a 1 de cada 3
mujeres al menos una vez en la vida. El grado de riesgo que usted tiene depende
de una serie de factores.
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El cuerpo está
compuesto de muchos tipos de células. Normalmente, las células crecen, se
dividen y, después, mueren. A veces, las células mutan (cambian) y comienzan a
crecer y dividirse con mayor rapidez que las células normales. En lugar de
morir, estas células anormales se aglutinan para formar tumores. Si estos
tumores son cancerosos (que también se llaman tumores malignos), pueden invadir
y destruir los tejidos saludables del cuerpo. A partir de estos tumores, las
células cancerosas pueden metastatizarse (propagarse) y formar nuevos tumores
en otras partes del cuerpo. Por el contrario, los tumores no cancerosos (que
también se llaman tumores benignos) no se propagan a otras partes del cuerpo.
Hay muchos
tipos diferentes de cáncer, pero todos comienzan con células anormales que
crecen en forma descontrolada. El tipo de cáncer está determinado por el tipo
de células que comienzan a crecer en forma anormal y el lugar del cuerpo donde
se produce el crecimiento anormal. Los tipos de cáncer más comunes en adultos
son el cáncer de piel, el cáncer de pulmón, el cáncer de colon, el cáncer rectal, el cáncer de seno, el cáncer de endometrio, el cáncer de ovario y el cáncer de próstata.
Todas las personas tienen algún riesgo de tener
cáncer. En los Estados Unidos, es probable que el cáncer afecte a 1 de cada 2
hombres y a 1 de cada 3 mujeres al menos una vez en la vida. El grado de riesgo
que usted tiene depende de una serie de factores. Estos factores incluyen el
consumo de tabaco, las elecciones del estilo de vida (como seguir una dieta y
hacer ejercicio), los antecedentes familiares y los factores en su lugar de trabajo
y entorno.
Hable con su médico. Su médico puede ayudarlo a
entender su riesgo de tener cáncer, en especial si otros integrantes de su
familia tienen antecedentes de cáncer. Su médico también puede ayudarlo a
entender cómo afectan las siguientes situaciones el riesgo de tener cáncer:
Según su edad y sus factores de riesgo, su médico
puede comenzar a hacerle pruebas de detección de determinados tipos de cáncer.
Hacer pruebas de detección significa buscar determinados tipos de cáncer antes
de que provoquen algún síntoma. Algunos médicos recomiendan que las personas
que tienen un riesgo alto o que tienen antecedentes familiares de cáncer se
realicen pruebas de detección más a menudo, o a una edad más temprana, que las
personas con riesgo promedio de tener cáncer. Las recomendaciones para las
pruebas de detección varían para los diferentes tipos de cáncer.
Si fuma, dejar el hábito de fumar es lo más importante que puede hacer por su salud.
El hábito de fumar cigarrillos es una de las principales causas del cáncer de
pulmón, de laringe (cuerdas vocales), de boca y de esófago, y también puede
contribuir con demás tipos de cáncer en otras partes del cuerpo.
Según la Sociedad Americana del Cáncer (American
Cancer Society), las personas que dejan de fumar a cualquier edad viven más
tiempo que aquellas que continúan fumando. Por ejemplo, los fumadores que dejan
el hábito antes de los 50 años tienen la mitad del riesgo de morir en el
término de 15 años, comparado con los que continúan fumando. Y cuanto más fume,
más daño hace. Las personas que fuman 2 atados o más por día tienen 20 veces
más probabilidades de desarrollar cáncer que los no fumadores.
Otras formas de tabaco también pueden provocar
cáncer, como los cigarros, el tabaco para mascar y el rapé (tabaco en polvo).
Si usted consume productos derivados del tabaco y quiere dejarlos, hable con su
médico de familia. Este puede ayudarlo a elaborar un plan para dejar el hábito.
Desafortunadamente, algunos tipos de cáncer parecen
ser hereditarios. Las personas de una determinada raza o grupo étnico también
pueden tener un riesgo más alto de tener algunos tipos de cáncer.
Su médico le preguntará si otras personas de su
familia han tenido cáncer. Si algún familiar inmediato (uno de sus padres, un
hermano, una hermana, un hijo o una hija) ha tenido cáncer, es probable que
usted también tenga un riesgo más alto de tener cáncer.
Usted no puede cambiar sus antecedentes familiares,
pero es aconsejable estar atento a ellos. Si usted y su médico saben que tiende
a haber cáncer en su familia, pueden prestar especial atención a los signos
tempranos de la enfermedad. Por ejemplo, si usted es mujer y tiene antecedentes
familiares de cáncer de seno, su médico podría recomendarle empezar a hacerse
mamografías más a menudo o a una edad más temprana.
Es posible que haya sustancias en su entorno que
provoquen cáncer o que aumenten el riesgo de desarrollar cáncer. Estas pueden
incluir polvo y vapores que se encuentran en al aire que usted respira y
sustancias químicas que entran en contacto con la piel. La exposición al sol
sin protección puede provocar cáncer de piel y respirar humo de tabaco (fumando
usted mismo o respirando humo de segunda mano) lo pone en riesgo de tener
cáncer de pulmón y otros tipos de cáncer.
Pregunte a su empleador si hay algún material en su
lugar de trabajo que puede provocar cáncer. Estos pueden incluir asbesto,
solventes y sustancias químicas usadas en la fabricación o la limpieza, humo o
emanaciones de los materiales que se queman y muchos otros. Su empleador debe
tener una hoja de datos de seguridad del material (MSDS, por sus siglas en
inglés) para cada sustancia que podría dañar su salud. Por ley, se exige a
todos los empleadores que completen estos formularios y usted tiene derecho a
verlos. Su empleador también debe proporcionar equipos de seguridad, como una
mascarilla y ropa de protección, para ayudar a disminuir su exposición a
cualquier material perjudicial.
También observe los entornos donde pasa tiempo
fuera de su lugar de trabajo. Demasiada exposición al sol puede provocar cáncer de piel, la forma más común de cáncer.
Evite estar al sol todo lo que pueda. Si debe pasar tiempo al sol, use ropa de
protección y protector solar con un FPS (factor de protección solar) de, al
menos, 15.
Inhalar humo de un cigarrillo, un cigarro o una
pipa (incluso si usted no es la persona que está fumando) provoca daño al
cuerpo, que puede provocar cáncer. Si fuma, necesita dejar de hacerlo. Si algún
familiar fuma, ofrézcale su ayuda para dejar de hacerlo, o pídale que no fume
cuando usted esté cerca. El humo de cigarrillo que se impregna en superficies
como las alfombras o la ropa también puede representar un riesgo, en especial
para los lactantes y los niños pequeños.
La edad cada vez mayor es el factor de riesgo más
importante de cáncer de seno en la mayoría de las mujeres. Para ayudar a
encontrar el cáncer de seno en forma temprana, su médico puede realizar un
examen clínico de los senos (donde controla si los senos tienen bultos).
Analice con su médico los beneficios y los perjuicios de un examen clínico de
los senos.
Una mamografía es un tipo especial de radiografía
del seno con baja intensidad de radiaciones. Si usted tiene entre 50 y 75 años,
debe realizarse una mamografía cada 2 años. Si usted tiene alto riesgo de tener
cáncer de seno, como antecedentes de cáncer de seno en su familia, su médico
podría recomendarle hacerse mamografías más a menudo o antes de los 50 años. El
valor de la mamografía para las mujeres de 40 a 49 años con riesgo promedio es
controversial, y debe analizar con su médico sus ventajas y desventajas para
llegar a una decisión que le resulte aceptable.
Durante una prueba de Papanicolaou, su médico le
toma una muestra de células del cuello uterino para realizar una prueba para
detectar cáncer de cuello uterino. Debe realizarse su primera prueba de
Papanicolaou en el término de 3 años de haber comenzado a tener relaciones
sexuales. Debe hacerse una prueba de Papanicolaou al menos una vez cada 3 años,
a menos que su médico sugiera que debe hacerla más a menudo. Continué
haciéndose pruebas de Papanicolaou a lo largo de la vida, incluso después de la
menopausia, hasta que tenga 65 años o hasta que se realice una histerectomía.
Para tomar una decisión sobre la prueba de
detección de cáncer de próstata, primero hable con su médico sobre las ventajas y desventajas de la
prueba de detección. Los factores como antecedentes familiares, edad y raza
afectan el riesgo de tener cáncer de próstata.
El Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer
Institute), la Sociedad Americana del Cáncer, el Grupo Especial de Servicios
Preventivos de los Estados Unidos (U.S. Preventive Services Task Force) y la
Academia Americana de Médicos de Familia (American Academy of Family
Physicians) recomiendan que los hombres hablen con sus médicos sobre las
pruebas de detección y que tomen una decisión en función del riesgo y de los
posibles beneficios de la prueba de detección, y de sus propios valores y
preferencias personales.
Si decide hacerse una prueba de detección, su
médico ordenará un análisis de sangre que se llama prueba de PSA. PSA es la
sigla en inglés de antígeno prostático específico. Los hombres que tienen
cáncer de próstata podrían tener un nivel más alto de PSA en la sangre. Sin
embargo, el nivel de PSA también puede estar alto debido a causas menos graves,
como una infección.
Algunos tipos de cáncer comunes se tratan y se
curan más fácilmente si se detectan en forma temprana. Si se detecta el tumor
cuando aún es pequeño y todavía no se ha propagado, curar el cáncer puede ser
fácil. Sin embargo, cuanto más tiempo pase desapercibido, más probabilidades
hay de que se propague el cáncer. Por lo general, hace que el tratamiento sea
más difícil.
Los tres tipos de tratamiento para el cáncer más
comunes son la cirugía, la radioterapiay la quimioterapia. El tratamiento está dirigido a eliminar las células cancerosas o
destruirlas a través de medicamentos u otro medio.
La cirugía es una manera de eliminar el cáncer en
forma física. La cirugía puede ser muy exitosa en el tratamiento de algunos
tipos de cáncer, pero no siempre es una opción. Si el cáncer se desarrolla en
forma de un tumor maligno (un tumor que se propaga) pero el tumor aún se
encuentra en un lugar (localizado), podría ser posible extirpar de manera
segura el tumor y cualquier tejido afectado que lo rodee. La cirugía podría no
ser posible si el cáncer se ha propagado a otras áreas del cuerpo o si el tumor
no puede extirparse sin dañar los órganos vitales, como el hígado o el cerebro.
Se usan diferentes tipos de cirugía para eliminar
el cáncer. Algunos de estos incluyen:
En la radioterapia se usa la radiación —en forma de
un tipo especial de radiografía, rayos gamma o electrones— para dañar las
células cancerosas, a fin de que no puedan multiplicarse. Por lo general, este
tipo de terapia no produce dolor. Según el área que se trate, pueden producirse
efectos secundarios del daño de la radiación a los tejidos normales. Su médico
podría decirle qué puede esperar. La radioterapia, a veces, es el único
tratamiento que se necesita, o podría usarse junto con otras terapias. Podrían
combinarse la cirugía y la radioterapia para los tumores que crecen en un
lugar.
En la quimioterapia se usan medicamentos para
atacar las células cancerosas. La palabra "quimioterapia" a veces
provoca mucho miedo debido a que los efectos secundarios pueden ser graves. Sin
embargo, no todas las personas experimentan efectos secundarios graves. Los
efectos secundarios de la quimioterapia a menudo pueden tratarse con otros
medicamentos.
La quimioterapia, por lo general, se usa cuando el
cáncer se ha propagado a otras áreas del cuerpo. La quimioterapia también puede
usarse combinada con cirugía y radiación. A veces el tumor se extirpa en forma
quirúrgica, y después, se usa quimioterapia para asegurarse de que se destruyan
todas las células cancerosas restantes.
Otro tipo de tratamiento es la terapia biológica
(que también se llama inmunoterapia). Este tratamiento se usa para hacer que el
sistema inmunitario del cuerpo produzca más glóbulos blancos, que se llaman
linfocitos. Hay dos tipos de linfocitos que atacan y destruyen las células
cancerosas: las células T y las células B. La inmunoterapia busca estimular la
capacidad de las células T y los linfocitos B para destruir el cáncer. Este
tipo de terapia también puede usarse combinada con cirugía, terapia de
radiación o quimioterapia.
La terapia hormonal a veces se usa para tratar el
cáncer de seno o de próstata, a menudo sumada a la quimioterapia o la
radioterapia. La terapia hormonal consiste en usar fármacos que contienen otras
hormonas para bloquear los efectos del estrógeno y la testosterona, que también
son hormonas. Estos fármacos son necesarios porque la hormona estrógeno puede
hacer que los tumores del cáncer de seno crezcan en forma más rápida. Del mismo
modo, la hormona testosterona puede hacer que los tumores cancerosos que se
encuentran en la próstata crezcan en forma más rápida. En otros casos, puede
usarse la cirugía para extirpar los ovarios o los testículos. Al extirpar estos
órganos, se reduce la cantidad de estrógeno o testosterona en el cuerpo.
Es posible que haya otros tratamientos
especializados disponibles. Su médico podría hablar con usted sobre si estos
tratamientos son una opción para usted.
Su médico, o un equipo de médicos, lo ayudarán a
entender sus opciones y le recomendarán opciones de tratamiento. Es posible que
no tenga opciones de tratamiento. Hay muchos factores involucrados, incluida la
etapa en la que se encuentra el cáncer, los órganos afectados y el tipo de
cáncer que tiene. Algunos tipos de cáncer, como el cáncer de piel, son más fáciles de tratar que
otros. La edad y la salud, y los posibles efectos secundarios del tratamiento,
también pueden influir en el nivel de control que usted tenga sobre su plan de
tratamiento.
Es recomendable que usted y su médico consideren
las ventajas y las desventajas de cada terapia. Además, es recomendable que
usted y su médico analicen las terapias alternativas para el caso de que su
cáncer no responda al tratamiento.
Los ensayos clínicos se usan para investigar nuevas
formas de tratar a las personas que tienen cáncer. Después de que un nuevo
medicamento se somete a muchas pruebas en el laboratorio y en animales, se
prueba en personas que tienen cáncer y que se ofrecen como voluntarios para
participar en un ensayo clínico. El ensayo ayuda a los médicos a decidir si un
medicamento es seguro y eficaz. También ayuda a determinar las dosis correctas
que deben recibir los pacientes.
Los ensayos en cáncer se realizan de manera
diferente que algunos otros ensayos clínicos. En otros tipos de ensayos, los
pacientes que toman los medicamentos nuevos se comparan con los pacientes que
no reciben ningún medicamento (reciben un placebo o una "píldora de
azúcar"). No sería ético que los médicos dieran a las personas que tienen
cáncer una píldora de azúcar que no contuviera ningún medicamento. Por lo
tanto, los ensayos en cáncer comparan a los pacientes que reciben un
medicamento actual con los pacientes que reciben el nuevo medicamento. Los
médicos tienen la esperanza de que el ensayo revele que el nuevo medicamento
funciona mejor que el actual.
Participar en un ensayo clínico tiene algunas
ventajas. Los pacientes que participan pueden recibir los últimos y mejores
medicamentos disponibles. Además, se monitorea a los pacientes muy de cerca
durante todo el ensayo, por lo que su estado de salud general, a menudo, se
beneficia. Además, es posible que los pacientes que participan en un ensayo
clínico no tengan que pagar los medicamentos que reciben. Por lo general, la
compañía u organización que patrocina el ensayo proporcionará los medicamentos
sin cargo y pagarán las pruebas adicionales y las visitas médicas.
Los ensayos clínicos también conllevan algunos
riesgos. Los medicamentos que puede recibir en un ensayo clínico, por lo
general, no han sido aprobados por la Administración de Drogas y Alimentos
(FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos. Es posible que los
medicamentos tengan efectos secundarios no deseados o que no funcionen tan bien
como esperan los médicos. Quizás tenga que dedicar más tiempo al tratamiento si
participa en un ensayo clínico y es posible que tenga que hacerse pruebas con
más frecuencia.
Si cree que es recomendable participar en un ensayo
clínico, hable con su médico. Este le podrá explicar los posibles beneficios y
riesgos, y puede ayudarlo a buscar un ensayo. También podría convenirle
examinar el sitio web del Instituto Nacional del Cáncer (vea "Otras organizaciones"), a fin de obtener
más información y una lista para buscar ensayos clínicos.
Informe a su médico que no entiende. Usted necesita
conocer lo que está sucediendo en cada etapa de su tratamiento, incluidas todas
las opciones disponibles. Lleve a un amigo cercano o un familiar a sus citas
para que también escuche y observe en su nombre. Su acompañante puede ayudar a
defenderlo como paciente.
Puede resultar útil tomar notas durante sus citas. Anote
cualquier pregunta que quiera que su médico responda. También puede grabar
todas sus conversaciones y, después, hacer notas a partir de las grabaciones.
Es importante que entienda lo que le dice el médico y que este sepa cuando
usted no entiende. Sea honesto con su médico. No retenga ninguna información,
incluso al responder preguntas sobre cómo se siente a nivel físico y emocional,
o de cuán bien entiende lo que el médico está diciendo.
El tratamiento para el cáncer puede ser muy
complejo. El tipo de cáncer que tiene, la etapa en la que este se encuentra y
el programa de tratamiento que usted recibe afectan los tipos de profesionales
de atención médica que verá.
Su médico de familia puede supervisar su tratamiento y sus programas de rehabilitación, y
puede ayudar a responder las preguntas que usted tenga. A veces unoncólogo puede manejar su
programa de tratamiento, pero su médico de familia puede volver a hacerse cargo
una vez que se haya completado la terapia. Un oncólogo es un médico que se
especializa en tratar a personas con cáncer.
Un cirujano puede hacer la operación para extirpar la mayor cantidad posible de
tejido canceroso. Un patólogo examinará el
tejido extirpado durante una biopsia o una cirugía para determinar si hay
signos de cáncer. Los oncólogos radiólogos administran el
tratamiento de radiación. El oncólogo radiólogo a menudo recibe la ayuda de radiólogos de diagnóstico, técnicos en radioterapia y físicos de radiaciones, que planifican el tratamiento y verifican las dosis de radiación para
asegurarse de que el tratamiento sea lo más seguro posible.
Los oncólogos, los médicos de familia y los internistas a menudo recetan medicamentos de quimioterapia,
hormonas y otros fármacos. Los técnicos de laboratorio o losenfermeros pueden extraerle
sangre para realizar pruebas.
Los nutricionistas evalúan su dieta y
ayudan a planificar sus comidas durante el tratamiento y después de él. Los fisioterapeutas pueden ayudarlo a mantener el tono muscular y
restablecer su capacidad de moverse si hay cambios en su cuerpo debido al
tratamiento. Los psicólogos, los psicoterapeutas y otros consejeros, como miembros del clero o trabajadores sociales, pueden ayudarlo a
hablar sobre sus sentimientos y a manejar las reacciones emocionales al cáncer
y al tratamiento para el cáncer. Losfarmacéuticos mezclan los complicados medicamentos y verifican
que usted esté recibiendo las dosis correctas.
No dude en hablar con su médico sobre cualquier
pregunta e inquietud que tenga sobre su tratamiento. Si está pensando en algo,
pregunte al respecto. Al obtener respuestas a sus preguntas, puede participar
en forma más activa en su atención.
El tratamiento para el cáncer afecta a cada persona
de manera diferente. Algunas personas tienen pocos efectos secundarios o no
tienen ninguno en absoluto. Sin embargo, los efectos secundarios del
tratamiento para el cáncer, en muchos casos, hacen que las personas se sientan
muy indispuestas.
Su médico le dirá qué tipos de efectos secundarios
se podrían esperar de su tratamiento para el cáncer. También le dirá qué
efectos secundarios son poco habituales y cuándo debe llamar al consultorio del
médico.
No quite importancia a sus efectos secundarios. Es
importante que informe a su médico, a los miembros de su equipo de atención y a
las personas que lo rodean cómo se está sintiendo. Si se siente muy
indispuesto, muy cansado o tiene mucho dolor, es posible que su médico pueda
ajustar su tratamiento o darle otro medicamento para ayudarlo a sentirse mejor.
La radioterapia en la cabeza y algunos tipos de
quimioterapia pueden hacer que a las personas se les caiga el cabello. Otros
tipos de tratamiento no provocan este efecto secundario. Si está recibiendo
quimioterapia, pregunte a su médico si los fármacos que está tomando pueden
provocar caída del cabello. Que se le caiga el cabello puede ser una
experiencia difícil. Si su médico le dice que esto podría ocurrir, intente
prepararse. Decida qué quiere hacer si empieza a caérsele el cabello.
Algunas personas a quienes se les cae el cabello
durante el tratamiento para el cáncer usan una peluca o un postizo. Otros se
cubren la cabeza con sombreros, pañoletas o turbantes. Sin embargo, otras se
dejan la cabeza descubierta. Haga lo que sienta que es adecuado para usted.
Muchas personas alternan las opciones, según dónde estén, con quién estén o qué
estén haciendo.
Si decide que quiere usar una peluca o un postizo,
es recomendable elegir uno antes de que empiece a caérsele el cabello. Así,
puede hacerlo coincidir con el color y la textura de su cabello natural.
Algunas tiendas se especializan en pelucas y postizos para personas que tienen
cáncer. También es posible que pueda pedir su peluca o su postizo por Internet.
Si decide rasurarse la cabeza o dejarla
descubierta, deberá protegerse la piel con protector solar, un sombrero o una
pañoleta cuando esté al aire libre.
Si se le cae el cabello durante la radioterapia o
la quimioterapia, casi siempre vuelve a crecer después de que finalice su
tratamiento. Sin embargo, podría tener un color o una textura diferentes cuando
vuelva a crecer.
Es posible que no se sienta lo suficientemente bien
para comer mientras reciba el tratamiento para el cáncer. Pero es importante
que coma todo lo que sienta que puede comer. Los alimentos ayudan al cuerpo a
fabricar nuevas células sanas y también ayudan a reforzar el nivel de energía.
Puede resultar útil hacer varias comidas pequeñas
al día, en lugar de 3 grandes. Intente comer alimentos suaves como galletas
saladas, pan tostado común y caldo. Tome sorbos de agua, jugos y gaseosas.
Pregunte a su médico si debe tomar un suplemento nutricional, como Ensure.
Evite consumir comidas picantes o alimentos con olores fuertes si le hacen
sentir náuseas. También podría resultarle más fácil comer alimentos tibios y
tomar bebidas tibias.
Algunas personas con cáncer (en especial las
personas que se están tratando con quimioterapia) tienen problemas de dolor o
sensibilidad en la boca. Esto hace que sea aún más difícil comer. Intente comer
alimentos suaves y simples o alimentos cocidos hechos puré. Si se le
desarrollan llagas en la boca, informe a su médico. Estas llagas pueden
infectarse y provocar problemas graves. Podría convenirle beber a través de una
pajita (popote) para evitar que el líquido toque las llagas de la boca. Además,
intente enjuagarse la boca con una 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
disuelto en 8 onzas de agua. Esto puede ayudar a prevenir las infecciones en la
boca y a que la boca se cure en forma más rápida.
Cuando tenga ganas de comer, intente ingerir la
mayor cantidad posible de proteínas y calorías. Pregunte a su médico si debe
agregar determinados nutrientes o tipos de alimentos a su dieta. Su médico
podría recomendarle visitar a un consejero nutricional, que puede ayudarlo a
encontrar las maneras de obtener la cantidad adecuada de proteínas, nutrientes
y calorías. Si siente que no puede comer nada durante más de 24 horas, hable
con su médico. Este debe saber que usted no está recibiendo la nutrición que
necesita.
Es posible que no conozca la respuesta a esta
pregunta hasta después de haber empezado su tratamiento. Algunas personas
descubren que los efectos del cáncer y su tratamiento las hacen sentir tan
enfermas que no pueden trabajar en absoluto. Otras pueden continuar con sus
actividades normales o adaptarlas para que sean compatibles con su tratamiento.
Trabajar durante el tratamiento puede ayudarlo a
pensar en otras cosas que no sean el cáncer. También puede sentirse mejor si
sabe que continúa con su rutina "normal". Muchas personas que deciden
trabajar durante el tratamiento también sienten que reciben mucho apoyo de sus
empleadores y sus compañeros de trabajo.
Si quiere continuar trabajando durante el
tratamiento para el cáncer, busque maneras de aprovechar su tiempo al máximo.
Intente programar los tratamientos para el final de la semana; de esta forma,
tendrá el fin de semana para recuperarse. Pregunte a su empleador si puede
trabajar a medio tiempo o desde su casa. Si es necesario, pida a sus compañeros
de trabajo que lo ayuden con algunas de sus tareas o responsabilidades.
Probablemente, tendrán muchas ganas de ayudar.
Es normal sentirse impotente, enojado, asustado y
deprimido durante el tratamiento para el cáncer. Probablemente, sentirá todas
estas emociones y otras a medida que realice el tratamiento. Algunos días, es
posible que sienta que el tratamiento no vale la pena.
Intente encontrar un sistema de apoyo en el que
pueda confiar durante estos momentos. Muchas personas cuentan con el apoyo de
familiares y amigos. Otras personas prefieren hablar con personas que también
estén atravesando un tratamiento para el cáncer. Los grupos de apoyo de cáncer
pueden ayudar a las personas que tienen cáncer y a sus familiares a sobrellevar
la enfermedad y su tratamiento. Su médico puede sugerirle maneras de encontrar
un grupo de apoyo o usted puede comunicarse con el personal de un hospital
local o de una filial local de la Sociedad Americana del Cáncer (busque en el
directorio telefónico o visite su sitio web). El Instituto Nacional del Cáncer
es otro recurso para obtener información sobre grupos de apoyo. (Vea
"Otras organizaciones").
Mantener su mente activa también puede ayudar.
Intente mantenerse ocupado armando rompecabezas o resolviendo crucigramas,
tejiendo, mirando películas o jugando con amigos y familiares. Hacer ejercicio
también puede ayudar, pero solo si se siente lo suficientemente fuerte. Hable
con su médico sobre qué actividad física le conviene.
Algunas investigaciones y las experiencias de
muchas personas que tienen cáncer y de sus médicos demuestran que una actitud
positiva podría mejorar la salud de las personas que se someten a un
tratamiento para el cáncer. Este enfoque del pensamiento positivo puede
consistir en la formación de una imagen mental de lo bien que su tratamiento y
el sistema inmunitario del cuerpo están combatiendo el cáncer (que también se
llama visualización).
También es importante que hable con su médico sobre
sus emociones. La depresión es común durante el tratamiento para el cáncer. Si
para usted es un problema, es posible que su médico pueda recetarle algún
medicamento para ayudarlo a sentirse mejor.
Sí, esta información es importante. Su médico
querrá saber sobre el cáncer que tuvo en la infancia y el tratamiento que
recibió. Los tratamientos para un cáncer en la infancia pueden provocar
problemas en el futuro. Estos problemas incluyen obesidad, huesos quebradizos,
depresión, dificultades cardíacas, problemas reproductivos en las mujeres y un
riesgo más alto de tener otros tipos de cáncer. Hasta el 60% de los que
superaron el cáncer en la infancia que ahora son adultos tienen, al menos, un
problema de salud en curso o de aparición tardía.
Usted puede idear un plan de seguimiento con su
médico de familia. Es posible que tenga que hablar con sus padres o sus médicos
de la infancia, a fin de obtener el mejor plan para su atención médica actual.
Desafortunadamente, algunos factores de riesgo de
cáncer (como antecedentes familiares) están fuera de su control. Pero existen
algunas medidas que puede tomar todos los días para mejorar su salud y reducir
su riesgo de tener cáncer. Las mejores maneras de reducir su riesgo de tener
cáncer son dejar de fumar y mantener un peso saludable, estar activo y seguir
una dieta saludable. Limitar la cantidad de alcohol que toma también es
importante, como también lo es limitar su exposición a la luz solar o a las camas
solares. Si usted ha superado un cáncer, estos mismos hábitos de estilo de vida
pueden ayudarlo a permanecer saludable.
Consultar a su médico en forma regular también
puede ayudar. Según su edad y sus antecedentes médicos, es probable que su
médico le realice análisis (que se llaman pruebas de detección) para intentar
detectar los signos tempranos de determinados tipos de cáncer. Para la mayoría
de los tipos de cáncer, cuanto antes se detecte el cáncer y comience el
tratamiento, mayores son las probabilidades de recuperación.
Alcanzar y mantener un peso saludable reduce su
riesgo de tener muchos tipos de cáncer. Mantener un peso saludable también
ayudará a reducir su riesgo de tener otras afecciones, como enfermedades cardíacas
y diabetes. Pregunte a su médico cuál sería un peso saludable para usted. Si
usted está por encima del peso saludable, incluso perder solo del 5 al 10% de
su peso actual puede beneficiar su salud.
Hacer actividad física en forma regular puede reducir su riesgo de tener
varios tipos de cáncer, incluidos el cáncer colorrectal y el cáncer de seno.
Hacer ejercicio ayuda a fortalecer los huesos, aumentar la masa muscular y
reducir la grasa corporal. También puede ayudar a mejorar la autoestima y
aumentar la fuerza cardíaca y la fuerza muscular. La actividad física regular
también es importante para quienes superaron el cáncer debido a que puede
ayudar a reducir el cansancio y el estrés.
La mayoría de los adultos pueden hacer actividad
moderada sin consultar primero a su médico. Sin embargo, si usted es un hombre
mayor de 40 años o una mujer mayor de 50 años, o si ha superado el cáncer,
hable con su médico antes de empezar un programa de ejercicios.
Intente hacer, al menos, 30 minutos de actividad de
4 a 6 veces por semana. Intente mantener un nivel de actividad de intensidad
mediana a alta. Puede volverse más activo agregando un poco de actividad a su
rutina diaria. Por ejemplo, intente subir por las escaleras, en lugar de usar
el elevador. Salga a caminar durante un descanso para tomar un café o durante
el almuerzo.